Pues sí, aquí empieza la
Fiesta de Martina y Alonso. Una fiesta con muchísimo encanto, y en la que yo me
he sentido encantada, y no solo por hacer lo que más me gusta, sino porque he
conocido a dos personas estupendas, personas que tienes muy, muy cerquita y con
las que nunca había coincidido y que de repente un día ocurre. Ellas son Carol de Hadas y Cuscus y Cris de
Seda de Zanahoria.
Todos los que conocéis a
Carol, sabéis que es una crack del diy, del brico, del reciclaje, y de un
montón de cosas más… y cuando me propuso ayudarla en un día tan especial como
la comunión de sus cucus, Martina y Alonso…. pues que os voy a decir…. que fue
todo un halago.
Mi tarea era la decoración
del espacio donde se iba a celebrar la comunión, eso sí, con todas las ideas
que tenía Carol en su cabecita y además, montar la mesa más bonita del mundo
mundial emplatando todo lo que Cris previamente había cocinado.
Y he de decir que a pesar
de las inclemencias del tiempo que durante las primeras horas nos dio un poco
la lata… monta, desmonta, vuelve a montar…todo salió perfecto.
El lugar no puede ser más
especial, una finca próxima a nuestra ciudad Palencia, “La Casa Vieja de Vizmalo”
en la provincia de Burgos, con espacio para que niños y mayores puedan
disfrutar de lo lindo.
Y aquí empezamos con lo
que preparamos para los peques. Con unos palets, unas telas y una mantitas
preparamos la mesa de los peques, y por supuesto, no podía faltar nuestro
carrito, con un montón de detalles, con todas las cositas que iban a tomar y
con todos los detalles que los papás habían preparado para dar a sus invitados.
Y pasito a pasito “despacito”
nos vamos acercando a la mesa de los mayores… Llena adornos, flores, diferentes
alturas, unas guirnaldas que te mueres de Siang, una de las tienda de
decoración más bonitas que tenemos en Palencia.
Y que decir de todo lo que
preparo Cris… espectacular la organización, todo preparado para que yo no
tuviese que volverme loca buscando las salsas, las vinagretas, los recipientes
donde iba cada cosa…. (hasta un pequeño tapercito de tapa azul donde estaba el
polvo de aceituna negra lo encontré a la primera… jajajaja…eso sí, llevaba tres
chuletas para que no se me escapase nada de nada). Creo que a través de las
fotos podéis casi oler y hasta saborear todo lo que allí degustaron.
Dijiste Carol que "haríamos
un tándem perfecto", y creo que así fue.
Mil gracias Carol y Chuchi
por contar conmigo en uno de los días más especiales para vosotros y vuestros
pequeños, ha sido un auténtico placer. Espero que lo recordéis siempre.
mtetm
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