
Como se suele decir, y nunca mejor dicho, “en casa de herrero cuchillo de palo”.
Os cuento, el cumpleaños de mi hijo fue hace un tiempo, y
no os digo el tiempo porque me da un poco de vergüenza…. Pero sí, si tuvo su
fiesta de cumpleaños y por partida doble; con la familia y con todos los amigos
de Saldaña.
Pero claro, él quería su fiesta de Mario y Luigi. “Mama", de
decía, "a todos los niños les haces una fiesta y a mí no, por qué no me haces
una de Mario y Luigi?”. El tiempo fue
pasando, y entre el trabajo y los encargos, nunca veía el día de terminar con
todos los preparativos, así que lo mejor es cortar de raíz y poner fecha en el
calendario, y si hay que hacer noches, pues se hacen.